29 de octubre de 2008

Noche de cadenas rotas

Arpías que no dejan estamparse en papel
Ni anotarse
Ni contarse

Otra noche larga
de manos en lápices
y dedos en teclados

Desventuras de un intento de escritor
preso de sus bloqueos
esclavo de sus musas

Espera encender
su fábrica de ideas
para sentirse vivo
… o menos mortal
… o menos esclavo

Diego M

22 de octubre de 2008

Rupturas

Otros retazos de ésta historia...

Había terminado con Carla en el almuerzo. Pero no le importaba. Siempre supo que estaba con él por interés. Ese día Silvio tenía cosas mucho más importantes llenando sus pensamientos. Postales viejas. Las vacaciones familiares en Disney, las cenas empresariales de su papá, las tardes en el country. Silvio recordaba haber sido parte de la familia en todas esas postales. Pero siempre solo, siempre a un costado. Nicolás se había llevado, desde el mismísimo día en que había llegado a este mundo, toda la atención familiar. Absolutamente toda. Postales, palabras y recuerdos agrios que lo llevaban ahora a fijar la vista en el teléfono.
En sus oídos volvía a sonar la voz orgullosa de su padre “Nicolás esto y Nicolás aquello”. La mirada cargada de afecto. Los mismos ojos cargados de… nada, para él. Nicolás y su diploma, y el abrazo de su padre. Y la butaca vacía el día en que él se había recibido. Las postales del orgullo pisoteado seguían cayendo una tras otra. Pero ahora tenía un número y un nombre.
Silvio prendió el vigésimo cigarrillo de la tarde en que volvió a fumar. Y arrojó el paquete vacío al cesto. Se acordó de las tarjetas y mostró algo así como una sonrisa. Una pitada y otra pitada y el teléfono que lo estaba mirando sonó. Era la estúpida de Carla con sus absurdos planteos. Se la quitó de encima, como siempre.
Ahora sus pasos sonaban vacíos en el despacho. Como si el cuerpo fuera más liviano. Como si su mente estuviera despegada de él. Los dos nombres giraban. Dos nombres, una dirección y un número. Silvio los barajaba mentalmente y volvía a repartir.
Miró por última vez el teléfono, sacó el papel del bolsillo derecho de su pantalón, dió dos pasos y se frenó. Sería mejor personalmente. Salió de su despacho rumbo al auto saboreando la frase: “Sergei, quiero contratarlo para asesinar a Nicolás Sanchez Olarra”. Y entonces sí, mostró su mejor sonrisa.

Diego M

15 de octubre de 2008

SuperVagancia 4

Inspirado en un texto de Ed (ver el link para más precisiones)

Tuve la oportunidad de redimirme al alcance de mi mano, aunque más bien diría de mi vista. Llevo una tremenda cantidad de meses sumergido en los placenteros mares de la ociosidad. Televisión, internet, libros (no, libros no, porque te hacen pensar) en fin, la nada misma.
En el Sindicato de Superhéroes se cansaron de ofrecerme horas extras: “que Superman se fue de joda con Luisa Lane”, “que Batman se reencontró con Robin y cambió Ciudad Gótica por los hoteles alojamiento”, y así sucesivamente (no les doy más ejemplos porque me da fiaca, no porque no conozca más superhéroes)
Pero nada. Ojo! Acepto la crítica fácil de “vos no estás hecho para esto”, “dedicate a otra cosa”, “vivís de joda y no ayudás a nadie”, etc, etc. Pero lo que no acepto es el insulto gratuito ni las escupidas. Yo no tengo la culpa de que el Estado falle por todos lados. Resulta que por culpa de la inoperancia de los gobernantes, ahora todo recae sobre los pobres superhéroes, como si fuéramos el 911 del mundo. No señor, yo quiero tener mi tiempo libre y no tengo por qué estar pendiente de la gente. “Lo mío es servicio, no esclavitud” (me gustó ésta frase, la pronunció el comisario que no me quiso tomar la denuncia del robo de la bicicleta porque estaba tomando mate) Bue, me fui por las ramas. Del pensamiento frontal al lateral, luego al trasero y dí toda la vuelta.
Les contaba que tuve la oportunidad de redimirme cuando ví que salía del supermercado una señora cargada de bolsas, la iba a ayudar a que pueda subir todo a su auto (un dodge 1500 destartalado), pero justo me acordé que en diez minutos empezaba el partido de Argentina. Alcancé a saludarla y le dije “espero que pueda cargar todo sin problemas”.
No entiendo bien por qué me puteó.

Diego M

3 de octubre de 2008

La verdadera historia de Los Beatles

A Mario, por darme ideas locas

-¿Sabías que Paul Mc Cartney murió en 1965 en un accidente?
-¿Eeeeeeh?
-Sí. Y Los Beatles lo reemplazaron con un doble al que tuvieron que enseñarle a tocar el bajo con la zurda
-Vos estás más loco de lo que pensaba
-¡Que descreído que sos! está todo clarísimo, incluso el grupo en muchas letras y tapas de discos le tira indirectas al público para que se den cuenta
-¿De dónde sacaste eso?
-De un powerpoint que me llegó por mail
-Aaaaaah, ahora entiendo todo...
-¿Por qué no puede ser cierto? El tipo sigue con la farsa hoy en día, es más, a ésta altura ya debe creerse realmente que es Paul Mc Cartney
-¿Vos te pensás que van a ocultar la muerte de alguien tan fácil? ¿y que los fans no se van a dar cuenta de que les pusieron un parecido en lugar del original?
-Todo puede ser
-Sí, claro, si viene por mail, todo es cierto. ¿Conocés a alguien que haya aparecido en una bañera llena de hielo sin sus dos riñones?
-No
-¿Conocés a alguien que se haya infectado el sida por pincharse con una aguja dejada en una butaca de cine?
-No
-¿Te pagó Bill Gates los no se cuántos miles de dólares por reenviar el mail de mercadeo tan famoso?
-No
-¿Que más te falta para darte cuenta de que TODO lo que te mandan por mail es falso?
-Bueno che, vos sos exagerado también...
-¿Sabés una cosa?
-¿Qué?
-Papá Noel no existe, ¡son los padres!
-Vos te tomás todo para la joda, yo te vengo a hablar de una conspiración totalmente seria y mirá con lo que me salís
-Siiiiiii, re seria tu conspiración. Ahora me vas a decir que los Rolling Stones también están muertos y los que actúan son sus cuerpos embalsamados y manejados como marionetas
-No es del todo falso lo que decís. Me enteré que Ron Wood en realidad murió en los primeros tiempos del grupo...
-¡Basta!
-Ok, no te molesto más, pero tendrías que tener la cabeza un poco más abierta...
-Yo tengo la mente abierta, pero tampoco para boludeces, che. Me vas a terminar diciendo que el hombre no llegó a la luna, o que...
-¡Es que el hombre no llegó a la luna! fue todo una farsa armada por Estados Unidos
-¡Claro! ¿qué más? ¿Elvis está vivo?
-Podría ser, pero ya estaría demasiado viejo
-Sos terrible, eh!
-Y vos sos un descreído

Diego M