13 de junio de 2010

Restos de fiesta y demases

Supuestamente soy un escritor y debería sentarme hoy a contar una muy buena historia desde una perspectiva novedosa, con un toque personal y final con vuelta de tuerca que te deje pensando. Claro, que fácil suena pero que difícil es.
En cambio, te ofrezco un mucho más humilde post "tipo blog", en el que te voy a contar que cumplí años hace muy poco (soy otro de los tantos geminianos cruzagramísticos, una plaga!), que fue uno de mis mejores cumpleaños: mi casa explotó de visitas (bueno, unas 15 personas el sábado y otro tanto el domingo, pero, si me conocieras, sabrías que eso es realmente una explosión de visitas para mí). Amigos, familia, primer cruce entre familias políticas (exitoso!) y demás.
También te cuento que no estoy escribiendo nada, pero estoy leyendo algo (Ciencias morales, de Martín Kohan, pinta muuuy bien) y poco más. Algun día volveré a sacar la cabeza del taper, la lapicera del tintero, las ideas del galpón y la cantidad de metáforas que se te ocurran con respecto a las épocas "en blanco". En octubre me caso, así que, tal vez, no prometo nada, el 2011 se venga con una chorrera de textos sobre las desventuras, las alegrías y los tropiezos del hombre casado. Hasta que termine el año, veremos que puedo ofrecer.
Ahora sí, después de toda esta perorata te voy a ser sincero, actualicé el blog sólo para que te des una vuelta y veas que limpié la casa, la reordené, la pinté y le cambié unos chiches, como para no aburrirme mientras no escribo. Gracias por pasar.

Diego M