2 de junio de 2011

Mi pobre angelito

Joaco se quedó parado frente a la veterinaria. Tenía los ojos fijos en un cartelito de tamaño mediano, que no destacaba entre todos los demás. “Me perdí el 20 de mayo”, decía.
“Me perdí”... Él sospechaba que Juan y Lucía subestimaban su inteligencia, pero esto era el colmo. El cartelito tenía una foto suya debajo de las palabras, una foto que no lo favorecía, pensó, y también una descripción bastante acertada de su físico.
En ese momento decidió que se iba a tomar una semana más de vacaciones.

Diego M