Mostrando las entradas con la etiqueta de las vacaciones. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta de las vacaciones. Mostrar todas las entradas

17 de noviembre de 2019

Transmitiendo desde las nubes

De golpe te encontrás a once mil novecientos metros de altura, a ochocientos y pico de kilómetros por hora: te sacuden, te sentís aturdido, como secuestrado. Al principio no sabés que hacer con tu tiempo. Después te acomodás, escuchás música, ves películas, leés, sonreís mucho. Vas haciendo todas esas cosas que te encanta hacer pero que sólo te las permitís en vacaciones.
De repente, te encienden las luces, te abren una puerta y aparecés en otro lado, a miles de kilómetros. ¿Magia? Puede ser, y contracturas también. Pantorrillas, espalda y tobillos declaran que, después de 12 horas de vuelo, tendrían que darte gratis un dia de spa.
¿No es extraño que hayas tenido que separar los pies de la tierra para poder volver a escribir algo? Lease “algo” que no llega a ser “algo decente”. Estas líneas se sienten como cuando un ingeniero, después de proyectar y llevar a cabo decenas de obras, y luego de un tiempo prolongado de bloqueo (¿existe el bloqueo de los ingenieros? ¿es por falta de ideas o de financistas?) En fin, decía que es como cuando un ingeniero arregla la puerta de su alacena con un martillo y dos clavos: es volver a sentirse útil, darse cuenta de que todavía podés arreglar algo, cantar algo, escribir algo. Todo sirve. Disfruten del viaje.


Diego M

2 de junio de 2011

Mi pobre angelito

Joaco se quedó parado frente a la veterinaria. Tenía los ojos fijos en un cartelito de tamaño mediano, que no destacaba entre todos los demás. “Me perdí el 20 de mayo”, decía.
“Me perdí”... Él sospechaba que Juan y Lucía subestimaban su inteligencia, pero esto era el colmo. El cartelito tenía una foto suya debajo de las palabras, una foto que no lo favorecía, pensó, y también una descripción bastante acertada de su físico.
En ese momento decidió que se iba a tomar una semana más de vacaciones.

Diego M

9 de enero de 2009

Aguas dulces

Saboreando mates en la ruta
besando y dejándose besar
compartiendo miradas cómplices
chapoteando de la mano por la playa

El tiempo merece ser vivido
así
intensamente
y a tu lado

Diego M

25 de noviembre de 2008

Sonrisa antibalas

Los infinitos acordes
de tu martillo neumático
son música para mis oídos

La extraña melodía
de tu bocina histérica
me endulza la mañana

El bello canto
de tu puteada matinal
es alimento para mi alma

No intentes más en vano
mi sonrisa no se irá
porque sólo falta un mes
para las vacaciones

Diego M

3 de febrero de 2008

Cerrado por vacaciones

Estimados lectores, amigos, enemigos, parientes, mamá, papá, Mafalda:

Este humilde espacio se encontrará sin modificaciones durante la módica cifra de 10 días o más. Digo módica porque la mayoría de los mortales trabajamos 350 o 355 días para tomarnos sólo 10 o 15 de vacaciones.
Mi alma y mi cuerpo andarán vagando por las sierras cordobesas, sacando fotos, descansando, escribiendo algo (por qué no), leyendo y sacando más fotos y descansando más y más y más.
En mi ausencia y debido a la falta de novedades, les recomiendo que se den una vuelta por:

los dialectivos de Sebas
vayan a ver la salida de la luna con Laris
a disparatear con Crispín
a escuchar las hermosas melodías de Jime
a delirar con los escritos de Gala
a admirar los cristales de Sandra
a prestarle palabras a Luis
a iluminarse con Clarisa
a revolver la olla de Pato
a leer las pupilas de Coni
a escritinear con Cuakerboy
a silenciarse y escuchar a Andru
a absurdear con Pablo
a juntar los retazos de Gaby

y a recorrer todo el universo de Cruzagramas

Espero que, después de ver lo bien que escriben todos ellos, vuelvan por acá, porque siempre son bienvenidos en el Urbanicomio.
Hasta la vuelta!


Diego M

14 de enero de 2008

Las vueltas del almanaque

Enero tiene esas cosas: la ciudad desierta lista para ser recorrida, el sol calentando el espíritu y obligando a la piel de la gente a mostrarse después de tantos meses pulovéricos, la pileta, la plaza, las bebidas frías.
Enero tiene otras cosas: la ciudad hecha una parrilla para nosotros, pobres tiritas de asado; el sol quemando la piel y dejándonos como un tomate en punto de ebullición, la limpieza semanal de la pileta, la plaza llena de gente, las bebidas calientes por los cortes de luz.
Enero también tiene esas cosas: las vacaciones divinas ¿viste? el depto con vista al mar y el tiempo re lindo, todo sol y arena y mar y que linda la espuma.
Enero también tiene otras cosas: el asfalto me quema hasta los huevos, y el aire del auto que dejó de andar y están todos de vacaciones y yo laburando como un boludo.
Como diría "Crónica TV" (con placas rojas incluídas): "Faltan 17 días para Febrero"
Aguantemos entonces.

Diego M

4 de enero de 2008

Demasiadas opciones para tan sólo diez días

Alojamiento. Con ropa blanca, sin ropa blanca, sin ropa blanca ni mucama. Pensión completa, media pensión, sólo desayuno. Desayuno artesanal, desayuno común, sin desayuno. Con vista a las sierras, con vista al lago, sin vista. Cerca del centro (que bueno), lejos del centro (que bueno). Baño privado, baño compartido, mejor no me baño. DirecTV, tv por cable, tv por aire, ¿para que quiero tv en las vacaciones?
¿Falta mucho para el 28 de enero?

Diego M