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25 de octubre de 2010

Catarsis a la Argentina

Odio a Mirtha, a Moria y a Susana. Y a todas las que se/les cuelgan el cartelito de "diva".
Odio a los intolerantes, a los perversos, a los opositores por la oposición misma.
Odio a los argentinos que hablan mal de la Argentina desde afuera.
Odio a los argentinos que disfrutaron la década del 90, a los de "Gracias a Menem conocí el mundo entero" viajando sobre la sangre del desempleo y el vaciamiento.
Odio a los prepotentes detrás de un volante, y a los farsantes delante de un micrófono.
Odio a los que no aportan, a los que critican porque sí.
Odio a los jefes soberbios, maltratadores, inútiles escondidos detrás de un escritorio.
Odio a los barrabravas y a los periodistabravos.
Odio no poder saber cuando me mienten y cuando me dicen la verdad.
Odio todo eso y mucho más.


Diego M

26 de septiembre de 2008

Un-lucky

Escuchando Radiohead

Los segundos pasan
envueltos en niebla
hacia nosédónde

Los días pasan
envueltos en recuerdos
hacia la nada

Llantos de sal concentrada
vacíos enormes
silenciodolor

Los segundos
las horas
los días

Perdido...

Diego M

12 de julio de 2008

Desorientado, dolorido y muchas cosas más

Ya no tengo ni idea si está terminando o empezando la semana. Mi tiempo se cuenta en horarios de visita. Mis días se manejan segun las enfermeras que atienden a mi viejo. Hay algo extraño en las clínicas, algo que te hace no sentirte nunca parte. Será la unicidad del estilo de habitaciones, serán las sábanas sin florcitas ni rayitas, será el olor tan limpio como enfermo que te sigue pegado en la ropa adonde vayas.
Ni siquiera sé a quién le conté esto o aquello. No sé si mi tía Clelia sabe que mi viejo volvió a terapia o si no le dije a mi tío Nestor porque le sube la presión. Es increíble la cantidad de llamados que uno puede recibir en éstos días de familiares que practicamente no conoce. O tal vez sea que los ví por última vez cuando tenía siete años, y el mundo es diferente cuando uno tiene siete años ¿no?
A ésta altura ya ni sé que les conté o que les quise contar a ustedes con éstas líneas. No sé, me taré, no entiendo, necesito dormir, necesito que las cosas mañana estén mejor.
Espero que tengan un buen fin de semana, digo, si es que mañana empieza el fin de semana porque, como creo que ya les dije, no tengo ni idea de qué día es hoy, sólo sé que quiero que mi viejo salga de esa clínica.

Diego M

3 de julio de 2008

Hay días crueles

A Sergio, el mejor amigo que me puede haber regalado la vida


Hay días que empiezan
con un llamado inesperado

Hay días en los que tus hombros se llenan
de lágrimas
medio ajenas
y medio tuyas

Hay días en que la vida
se ensaña
con gente buena

Hay días
en los que confirmo
mi teoría
(y la de tantos otros)
de que dios no existe

Hay días en los que te toca
ser amigo full time

Porque un abrazo vale más
que mil ausencias
Porque una palmada de aliento vale más
que un llamado
Porque hoy
me necesitás más que nunca

Duele terminar esos días
cómo duele
cuánto

Pero acá estoy
amigo
para darte mi alma
mi corazón
mi tiempo
mi todo

Diego M

28 de junio de 2008

Dos menos uno

Sentís el viento pegando en la ventana. Sentís la lluvia acariciar el techo. Sentís el frío que te llega a los pies. Juntás uno con otro. Y te apretás la frazada justo abajo de la nariz. Sabés que falta mucho para levantarte. Sabés que querés dormir. El sueño suele ser un buen compañero para éstas épocas. La ausencia de pensamientos reales durante las horas en que él se hace presente lo convierte en un paraíso. Querés cerrar los párpados. Luchás. Pero sentís el tic tac del reloj. Sentís la cama medio vacía. Justo en ese momento, se posa en tu mejilla una mano fría. Te recuerda, te susurra, te seca las lágrimas. Y se lleva tus sueños.

Diego M

20 de junio de 2008

Hay vacíos imposibles de llenar

Decime que hago
con todo esto
que me quedó atragantado

Las fotos compartidas
me miran
todos
los días
y no sé bien que decirles

A cada momento
me pesan
más y más
los pies
la vida
todo

Voy a tratar de salir
de ésta cárcel
Voy a tratar de vivir
de nuevo

Pero el sabor agrio
de éstos días
dice que llegó
para quedarse

Diego M

9 de junio de 2008

Muy lunes

Hoy
soy
una foto desenfocada
un placard medio vacío
un paquete de galletitas a medio comer

Lo siento
no sé que hacer
no soy Superman
aunque ya tenga
30
aunque me cueste
decirlo

A ver si mañana
el destino me da una mano
(o dos)
sumadas
a las de
ella
y entre todos
me sacan de éste pozo

La vida
a veces
es una mina jodida
¿no?

Diego M

18 de septiembre de 2007

Buscando formas de agradecer

En estos días me fui convirtiendo (poco a poco) en un especialista sanguíneo. Me encuentro, cada vez más seguido, enfrascado en charlas sobre ceros negativos, a positivos, mareos, posibles donantes, que si tuviste hepatitis no, si te hiciste un tatuaje en el último año tampoco y si tenés presión alta menos que menos.
Mi día se tiñe de rojo y me siento como Carrie al final de su película, como Drácula en cada uno de sus días, como un enfermero de una fundación hematológica en una convención de pares. Ahora sé que hay más positivos que negativos, que la sangre de los a positivos sirve para hacer plasma y que los cero negativos son los más codiciados.
También aprendí (y eso no lo sabía) que hay mucha gente dispuesta a dar una mano a quien la necesita. Y fue entonces que decidí, a través de éstas humildes líneas, tratar de agradecerles de alguna manera.
Sepan que los quiero y que les estaré eternamente agradecido.

Diego M

3 de septiembre de 2007

El peso de la semana

A Jime

Las lágrimas canalizaron todo lo que no pude decir. Todo lo que aguanté en ésta semana. Todo lo duro que estuve para sostener la situación. Historias de posibles abortos y posibles suicidios que hubieran hecho que no estuviera sentado hoy acá, escribiendo esto. Tus lágrimas. Mis lágrimas. Y tu abrazo curativo. Lo importante de saber que uno no está solo para enfrentar el dolor. Porque vos lograste que me abra. Diste vuelta el espejo y me mostraste las cosas que estoy haciendo mal. Mi lado oscuro al que nunca quiero acceder.
Hoy transito un lunes dolorido pero iluminado. Aprendí mucho de mí y mucho de vos. Aprendí de NOSOTROS. Entonces me doy cuenta de que tenemos un proyecto, con todo lo que implica esa palabra. Me doy cuenta de que, al fin, estoy con alguien que me ama y que no me va a dejar en el medio del río. Me doy cuenta de que sos una persona maravillosa, aunque de eso me había dado cuenta hace bastante. Sé que tengo en quien apoyarme en estos meses difíciles que nos esperan. Sé que estoy con la mujer que merezco, la que era para mí.
Te amo.