A Jime, por llenar mi cajita
La felicidad viene en chispazos. No es un resplandor continuo sino algo intermitente, tartamudeado. Depende cuan cerca esté un chispazo del otro uno es más feliz o menos feliz. El problema surge cuando la vida te esconde los fósforos, entonces ¿con qué hacer chispa? Tanteás a tu alrededor tratando de conseguir algo que te ayude: un ascenso, una buena nota, una sonrisa de una compañera de trabajo, un atardecer. Pero la oscuridad se mantiene. Aunque tal vez no sea exactamente oscuridad lo que cubre la ausencia de chispas, tal vez sea una masa gris que te aplasta. Entonces pensé que, a veces, la memoria te da fósforos artificiales que crean chispazos tenues pero muy reales, chispazos de flashback. Y me dí cuenta de que la salida a éste gris la tengo a mano, al alcance de mi mente. Mientras tanto seguiré buscando los fósforos.
Diego Monrroy
3 comentarios:
Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. ¡Vivan los blogs linkeados entre sí! ¡Viva, viva!
Evidentemente, la primera vez que leí este texto me generó algo muy fuerte como para que reciba tan pronta respuesta (insisto: soy bastante vaga) y hoy puedo decirte que sigue siendo brillante, con una luz que prende hasta a las lamparitas más pasadas por agua. Me honra el link. No, ¡más! me prende fuego. Mis fósforos son tuyos. (Mis besos chispeantes también)
Yo quiero un beso chispeante de Diego.!! Què lindo la puta madre lo que pusiste y que cierto!!!!!!!!!!!!
Una frase dice "incluse en la oscuridad puedes ser feliz, solo no hay que olvidarse de encender la luz". Pero está mejor en tu texto.
Men me gusta como escribís. Mucho.
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