13 de diciembre de 2007

No sólo es arena cayendo

El tiempo se estira en la sala de espera del dentista, se aplasta en la tarde del domingo, se detiene en ese beso de lengua, se apiada en esa noche de soledad, se lamenta en una oportunidad perdida, se disfruta en la sangre de algun cuello dulce, se arrastra en el caparazón de la tortuga, se altera en la mente del poeta fumado, se derrite en la uña de tu monstruo.
El tiempo recorre tu existencia sin despeinarse.


Diego M

4 comentarios:

Katherine R. Vasquez Tarazona dijo...

Y aún existe gente tratando aprisionarlo en cajitas de metal y plático; aquéllos que al atarlo a sus muñecas con cuero viejo no se percatan de que el tiempo sólo se les pasa.
Quienes realmente hacen "algo" durante el transcurrir de cada tic tac son aquellos que no saben qué día es hoy y si es de madrugada o de noche.
Me quedo con toda ésta línea (pq dibujó muchas figuras en mi cabeza): "se disfruta en la sangre de algun cuello dulce, se arrastra en el caparazón de la tortuga, se altera en la mente del poeta fumado"

Sebastián Zaiper Barrasa dijo...

Que cacho de poeta resultaste ser!!!

Crispín dijo...

Y todo eso, sin entrar en las disquisiciones acerca de las distintas formas que existe de medirlo.

Caetano Evon dijo...

sí, una tortuga fumada espera en la sala de espera del dentista una noche de soledad de un domingo perdido. Sucede...