Dicen que el 13 es yeta. Es más, dicen que el martes 13 "no te cases, ni te embarques", y que se yo cuantas cosas más. Será que vos y yo somos la excepción a la regla. Porque ese martes 13 de febrero bajaste de un buquebus, envuelta en una remera roja escotada y en un bronceado exquisito. Y yo estaba ahí, esperandote después de arder diez días en éste lado del charco. Y hubo besos, abrazos, sueños, realidades, orgasmos y más besos y más abrazos. Y también hubo cafés con leches, mañanas envueltas en rayos, sonrisas de ojitos achinados, películas en el sillón, películas en el cine, muchas cenas, caminatas por Santa Fé, caminatas por Tandil, manos entrelazadas con cuerpos, lenguas entrelazadas con bocas.
Ese martes 13 de febrero yo no sabía que estaba esperando a la mujer de mi vida. Cinco meses después ya lo sé.
Diego Monrroy
4 comentarios:
Ay chicos... Yo no sé si quería enterarme de tanto y con tantos detalles, ¡me sonrojé! Jejeje.
Por lo menos no es otro manifiesto, está bueno me hace recordar viejos tiempos propios ya oxidados, le voy a poner musica.
Que texto puede tener mas sentido que este?
Jime y Diego, un placer haberlos conocido!
Besos
Coni
Todas las flores que me regalás son hermosas -y yo las guardo como botones que abrochan el enorme saco de felicidad que me abriga-, pero las de papel son las que tienen el aroma que más me gusta, mezcla de chocolate y punk rock.
Sos la canción que más amo.
Publicar un comentario