25 de abril de 2008

Conversaciones desayunísticas

Gracias a la charla de Mauricio Kartun

-Pasame la mermelada
-Tomá
-Está todo enchastrado el frasco
-No me dí cuenta
-Me pegoteé todos los dedos. Pasame el rollo de cocina
-Usá la servilleta de tela
-No me gustan las servilletas de tela. Alcanzame el rollo
-¿No te gustan las servilletas de tela? ¿y por qué te sonás los mocos con la sábana a la noche?
-¿Que tiene que ver una cosa con otra?
-Tendrías que usar pañuelitos descartables. No aguanto más que te suenes los mocos con la sábana
-¿Te levantaste mal hoy? ¡Te estoy pidiendo un pedacito de rollo de cocina nada más!
-No aguanto tus pedos en la cama tampoco
-¿La señora perfecta me va a echar en cara todos mis defectos?
-Sí. No aguanto que dejes la ropa tirada cuando llegás del trabajo. No aguanto que dejes el control remoto en cualquier lado. No aguanto...
-¿Qué? ¿Qué más no aguantás?
-Nada
-¡Hablá! se te soltó la lengua, aprovechá para descargarte
-No, basta. Vas a llegar tarde al trabajo. Tomá el café con leche, dale
-¡Pero tengo todas las manos pegoteadas!
-Tomá, ahí tenés el rollo de cocina
-¿Tenés algo más para decirme?
-Sí. Cuando vuelvas comprá carne picada y ravioles para la cena
-Bueno. Me voy, cuidate y que tengas un buen día
-Vos también mi amor, manejá con prudencia
-Nos vemos a la noche

Diego M

1 comentario:

Vanina dijo...

coño! que no lo digo por experiencia propia, pero descontado que esta situación es super real!!