23 de octubre de 2007

Noches...

A veces sueño que estoy corriendo. Es un sueño repetido, como la figurita de alguna infancia. Parece que alguien me sigue. A veces. O no, pero la silueta oscura siempre está. Desando calles desconocidas, despobladas, oscuras, como sacadas de una película de Tim Burton. Corro pero no me canso. Aunque cuando despierto estoy agitado. Casi no hay luces en esas calles. Y él se acerca. Lo huelo. Giro en una esquina a la derecha y en otra a la izquierda. Pero nada. O todo, no sé. Las casas se tiñen de cenizas. Las persianas están bajas. Los ojos escondidos detrás: la gente no quiere presenciar la cacería. Los siento. No se abren puertas en mi sueño. No. Sólo me persiguen y escapo. Él conoce el pueblo. Lo sé.
Y entonces llego a la misma esquina, la de la puerta roja. Mis piernas me quieren llevar hacia la derecha: al callejón y al despertar agitado. Pero giro. Y le digo que me deje en paz. Clavando la mirada en su oscuridad se lo digo. Pero se ríe. Y entonces vuelvo a correr.

Diego M

1 comentario:

Mi nombre ya es canción dijo...

¡Qué oscuro se puso, señor Monrroy! Espero que este sueño no se siga repitiendo que me angustio.