El que le dice a un amigo “no puede ser, viejo, cada vez que caen dos gotas ésta ciudad parece Venecia. Dejate de joder” mientras baja la ventanilla del auto y revolea una botellita de gaseosa vacía y el papel de un chocolate. Botellita y papel que irán a parar (irremediablemente) a la boca de tormenta más próxima.
Diego M
3 comentarios:
claro como el agua Diego, creí que ya estabas de vacaciones, un abrazo.
Jaja, yo prefiero decir "que lindo cuando llueve, la ciudad se inunda y Venecia se vuelve un poroto al lado de Buenos Aires", y después sí (aunque no suelo) tirar la botella y el papel sin culpa.
Será irresponsable pero no hipócrita, aunque sí lo es el hacerme el irresponsable.
Saludos desde una America que ya se me termina.
Que ocurrencia!!! la verdad es que la conducta de los humanos da para muchos análisis ¿no?
¿Por qué será que la gente se prepara un desayuno tan grande y al final, después de mirar el reloj, le saca un sorbo al café, un mordisco a la tostada y sale al trote?
Misterios...
Saludos!
Seguro que les hace bien ver tanta comida,les dará seguridad o los hará pensar que por eso salen al trabajo...No sé,puede tener varias respuestas...Y sí,mucho,mucho,mucho análisis...Por algo es profesión...
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